Un museo al aire libre y con vista al mar

Un museo al aire libre y con vista al mar

Un museo al aire libre y con vista al mar

Resignificando la historia

Hace un largo tiempo, en uno de los mejores puntos del balneario de Punta del Diablo, funcionaba el conocido restaurante “Restorán del Mar”. Uno de los primeros atractivos turísticos que con el tiempo y tras un desacuerdo entre sus propietarios, según se conoce, dejo de funcionar y poco a poco comenzó a decaer.
Rápidamente se fue transformando en un espacio de asentamientos ilegales y fiestas clandestinas en donde el desorden y algunos malos hábitos se habían convertido en la consigna para quienes asistían a este lugar.
Muchas quejas se hicieron presentes al respecto pero debido a su condición de privacidad, nadie podía acceder a una decisión firme que diera final a este suceso de malos encuentros. 
Luego de varios entredichos, permisos negados y una lucha constante mediante la “Liga de Fomento de Punta del Diablo”, lograron conseguir un permiso para poder tomar riendas en el asunto y comenzar a pensar en una propuesta que pudiera colocar a este imponente lugar en un atractivo positivo para quienes cada año visitaban el pueblo, así también como para los propios habitantes.
Desde el Portal del Diablo tuvimos la posibilidad de conversar con Alex Hernández, miembro fundador de la Liga, quien junto a sus compañeros nos cuentan cómo comienza esta maravillosa travesía creativa para transformar y resignificar este espacio.


 “Hace mucho tiempo que veníamos intentando hacer algo con este lugar, veíamos que no era un buen ejemplo para nuestros jóvenes y que además de todo ya se había convertido en un punto de albergue para drogas y fiestas clandestinas. Nos costo mucho por que al ser una propiedad privada, todas las partes debían estar de acuerdo en la decisión y eso aletargaba los tiempos. Finalmente lo logramos y se venía la segunda etapa que era pensar ¿y ahora qué hacemos?”.


Alex conocía a un gran artista Uruguayo que ya venía empapando los muros de la ciudad con sus retratos, en alguna charla informal Alex había incitado al artista a venir a Punta del Diablo, pero faltaba el lienzo en donde plasmar sus obras.
 

“Cuando nos dieron el sí pensé, tengo el espacio perfecto y la personal ideal para esto”. Dijo Alex.

 

Luego de acercar la idea a sus colegas, no hubo mucho que discutir y tras una decisión unánime, entra en acción el reconocido artista graffitero José Gallino.
Un joven oriundo del departamento de Salto, Uruguay, de formación autodidacta, quien comienza su camino en el universo del graffiti en el año 2013. Atraído por el abanico de oportunidades que brindaba el Street Art, y el desafío de las grandes escalas, Gallino comenzó a perfeccionar su técnica posicionándose como uno de los mejores graffietros del país.
La premisa fundamental de sus últimos trabajos, fue inmortalizar en los muros de la ciudad a los personajes cotidianos de la frondosa cultura Uruguaya, creando así no solo un interesante museo urbano del recuerdo sino también un registro que aporta a nuestro presente.
Como bien sabemos, Punta del Diablo no solo cuenta con maravillosas historias sino también con increíbles personajes que protagonizan a cada una de ellas, por lo cual la selección de los homenajeados no fue tarea fácil. Se intentó respetar antigüedad y actividades fundamentales para poder lograr la satisfacción de los pobladores y por supuesto, la de sus homenajeados.
Entre los elegidos estuvieron Walter, quien protagoniza el frente de la fachada, uno de los primeros pescadores y pioneros del Diablo. Le sigue Mabel, una mujer emblemática quien hace más de 50 años vive y también pesca en el pueblo. Luego podemos encontrarnos con el retrato de Wiston, un personaje conocido por todos, quien también formaba parte del paisaje de las calles. Finalmente Elena, quien representa al linaje de los propietarios que accedieron para que esta obra pudiera llevarse a cabo.
Para terminar de embellecer las ruinas de esta ventana al mar, Gallino representó el paisaje típico de playa y pesca, con sus pequeños barcos y un horizonte lleno de colores.
Les dejamos una galería para apreciar el proceso y agradecemos a RAW Photographic por su paseo en drone y un panorama increíble del trabajo finalizado.

Alejandrina Servetto Araoz.