Voluntariado

En Punta del Diablo, “hoy tenemos una experiencia ganada”

Una vez más, vecinos y organizaciones de la sociedad civil junto a la Dirección Nacional de Medio Ambiente y, en esta oportunidad, la Intendencia de Rocha trabajaron juntos en la restauración del ecosistema costero. Esta vez en la playa del Rivero, de Punta del Diablo (Rocha), donde se instalaron 300 mts. de cercas captoras de arena, con una excelente participación de vecinos que superó las 50 personas.
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La jornada transcurrió el pasado sábado 5 de agosto, acompañada por un sol hermoso y el soplido del viento noreste que se hacía sentir con cierta intensidad. Guantes en mano comenzó, en las primeras horas de la mañana, el arrastre de la poda, fundamentalmente acacias —especies exóticas de la costa—, en parte generada por el  Servicio de Parques del Ejército (Se.Pa.E.) y en parte producto del trabajo de los propios vecinos.

Ramas y follaje entrelazados y apilados delante de la duna fueron, poco a poco, conformando las cercas cuya función es la de captar arena a partir de la acción del viento y así regenerar la duna primaria dañada por la erosión.  

La regeneración dunar es un componente en el marco  de una estrategia de restauración y adaptación al cambio climático, que reúne otra serie de acciones, y tiene entre sus componentes centrales el involucramiento de la comunidad, base para garantizar la sostenibilidad de las acciones desarrolladas.  

La Liga de Fomento de Punta del Diablo —que cuenta entre sus Comisiones con una de Medio Ambiente— y la organización Aula Mar —que trabaja en la zona promoviendo la conciencia ambiental a través de talleres en las escuelas— estuvieron, junto a Dinama, desde el inicio del proceso. 

Alex Hernández, integrante de la Liga de Fomento de Punta del Diablo, señaló  “ha sido un trabajo largo, de un año de intercambio, pero hoy tenemos los frutos acá y es realmente un placer. Dinama nos propuso el armado de estas cercas captoras, y para ello contamos con la colaboración de todo el pueblo, más de 50 vecinos presentes en una jornada divina. Y ahora esperar que esto funcione, nos consta que hay muchos ejemplos de que sí”.

Por su parte, Federico Weinstein, integrante del colectivo Aula Mar, nos cuenta que su organización trabaja en las escuelas de Punta del Diablo y Santa Teresa y “busca generar empoderamiento, a partir de la investigación con los niños en la playa, y vincular contenidos que después se trabajan en clase”, entre ellos la importancia de la regeneración de dunas, “que significa una nueva línea de contención”. 

Los vecinos organizados serán la principal fuente de información para el seguimiento de las acciones desarrolladas, y la promoción de su cuidado. Para ello, previo a la actividad participaron de talleres de capacitación, guiados por técnicos de la Departamento de Gestión Costera y Marina y la División de Cambio Climático, del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma). 

El ecosistema  costero se basa en el equilibrio y es muy dinámico, esto implica que una vez reconstituida la duna primaria se va a mover en una dirección o en otra, según el mar y los vientos,  y en ese ida y vuelta va cuidar la arena que está de atrás, ése es su rol fundamental.

El monitoreo y seguimiento incluye el registro del “perfil de playa”. Se trata de una medida precisa, tomada  partir de un punto de referencia, de la inclinación y ancho de la playa, cuyo registro a través del tiempo muestra la erosión o el crecimiento de la misma. Como parte de la actividad, los técnicos de Dinama capacitaron a los vecinos para medir el perfil de playa y reportar a Dinama ese registro que permita realizar un seguimiento y generar análisis de la situación de la costa.  

Van por más: “Hoy tenemos una experiencia ganada. La gente se está yendo feliz, el pueblo ha empujado mucho para que esto suceda, y yo creo que en la próxima jornada que hagamos vamos a ser mucho más y a superar el metraje hecho el día de hoy”, estimó el representante de la Liga de Fomento.

A los vecinos y actores locales se sumaron en esta instancia algunos voluntarios del Programa Nacional de Voluntariado (Acuerdo Mides - Mvotma) y Guardaparques del área protegida  Cerro Verde e Islas de la Coronilla, entre otros. 

Esta actividad tuvo las mismas características de la desarrollada en el mes de mayo en la playa de Jaureguiberry, donde ya se puede constatar la formación de la duna primaria. Al igual que en aquella ocasión, además del logro de la cerca instalada, queda la satisfacción del compromiso de la comunidad, del trabajo colectivo, del fruto de la articulación Estado – comunidad, y el entusiasmo por seguir participando.

Al cierre, Federico Weinstein, señaló “Cuando llega el verano es cuando la gente se acuerda de la playa, pero estas actividades que se realizan en el año son las que van a permitir de aquí a tres meses, tener en verano una playa más sana, más recuperada, más saludable”.
 

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