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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

VERSIÓN PAPEL

ENCUADERNACIÓN
Rústica
FORMATO
14x21
ISBN
978-84-18668-35-7
PÁGINAS
272
PRECIO
23.95 €
EDICIÓN
COLECCIÓN
Impedimenta

Murdoch, Iris

Una cabeza cercenada

Traducción de Enrique Maldonado Roldán

En la neblinosa Londres, la fidelidad es un concepto inasible. Martin Lynch-Gibbon se siente un hombre afortunado: es un hedonista, está casado con Antonia, a quien le une más la conveniencia que el amor, y tiene una llamativa y joven amante. Asentado en el plácido devenir de las élites burguesas londinenses, dirige su vida y la empresa familiar con sosiego, lo tiene todo bajo control. Hasta que un día vuelve a casa y su mujer le confiesa que ha tenido una aventura con Palmer Anderson, su psicoanalista y amigo de la pareja, y le pide el divorcio. Mientras Martin se esfuerza por volver a tener la cabeza sobre los hombros, conoce a la hermanastra de Palmer, Honor Klein, una profesora de antropología que llega de visita desde Cambridge. La sociedad británica se tambalea a las puertas de la década de los sesenta, y Murdoch vuelca los primeros pasos de la revolución sexual en una magistral novela de enredo. Sin duda alguna su obra más divertida.

Macabra como una tragedia jacobina, tan frívola como una comedia de la Restauración, la quinta novela de Iris Murdoch aborda temas tan sombríos como el adulterio, el incesto y el suicidio. No obstante, logra hacernos reír con una vena cómica desatada.

Murdoch, Iris

Dame Jean Iris Murdoch nació en Dublín en 1919. Su padre, Wills John Hughes Murdoch, provenía de una familia de granjeros presbiterianos de Hillhall, en el condado de Down, en Irlanda del Norte; y su madre, Irene Alice Richardson, fue educada para ser cantante y procedía de una familia de clase media de Dublín, perteneciente a la Iglesia anglicana de Irlanda. Ver más

«Hermosa e ingeniosamente escrita Murdoch es una novelista poética de grandes dotes»

-—Walter Allen, The New York Times

«Una comedia con ese toque de ferocidad que la hace emocionante».

-—Elizabeth Jane Howard