SPICA ST-600 (Japón, 1964)

  

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Quizás no haya equipo de radio más popular y más presente en el recuerdo colectivo y la melancolía uruguaya que la radio portátil SPICA ST-600, introducida en nuestro medio en la primera mitad de la década de los años sesenta. Por lejos, actualmente y por aquí, es la radio que más solicitan reparar y restaurar aquellas personas interesadas en tener una radio antigua funcionando, siendo en general una herencia, un recuerdo familiar cuidado a través del tiempo. Más allá de estos aspectos nacidos de la emosión, la radio SPICA ST-600 se impuso en el mercado uruguayo, y en otros, en andas de  la “revolución” que supuso la portabilidad de la Radio, pero también debido a sus características:

- fabricación japonesa (en esa época sinónimo de miniaturización, innovación y calidad),
- portátil, transistorizada (seis transistores de germanio de las series 2SA y 2SB),
- alimentada con cuatro pilas AA (“pilas chicas” en su época, más fáciles de conseguir que las baterías de 9v que utilizaban otras radios portátiles),
- diseño electrónico simple y confiable, con buen desempeño en la recepción de onda medias,
- diseño mecánico robusto que involucraba, además, un bonito estuche protector de cuero con correa de transporte  y, en mi opinión,
- un arte muy atractivo: gabinete plástico en diferentes colores (rojo, negro, celeste, blanco) con una hermosa grilla dorada y un notable dial redondo transparente, de cómoda utilización, en donde se ubica alguna de las inconfundibles insignias metálicas de la marca.

Sin dudas una clásica dentro de las clásicas radios comercializadas en Uruguay y unas de las que más nos gusta revivir por el valor afectivo que sus dueños, casi invariablemente, le confieren. 

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